El temblor -el verdadero estatismo-
soy yo.
La fría bondad del silencio
sos vos.
La calma -mentira
ilusionada- es tus ojos en guerra.
La acupulada voluntad desprecia los rincones,
y el domingo, samperón.
El corazón es cerebro,
mis lenguas son
cerebro y no-cerebro. (hipo).
Esta sed mental, ¿Cómo
se apaga?
Una abducción que es a la vez presencia y ausencia.
Te hablo, corazón esplendoroso;
sos mis orejas aquí.
Silbido.
(silencio).
sábado, 19 de abril de 2008
Los rincones el hablar
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