jueves, 10 de septiembre de 2009

Luna 15

Un árbol del día
se abre paso por mis
paredes nocturnas.
Los instantes heridos
se juntan para desaparecer
(sin tu luz que me ilumina,
tierna, no me quedaría ni
la fotosíntesis).

Mis rayos de sombra te hacen más hermosa
(¡Más hermosa todavía!)
a vos y a tu gracia sin nombre
de animales que resplandecen:
un chancho monstruoso pasa inadvertido
para un oso triste,
mientras dormimos - en paz.

Ni aunque nieven manzanas
Venus ascenderá a estrella,
pero igual me dejo porque
sos todos los colores del arco iris.

Nuestras paredes nocturnas son dibujadas
mágicamente por tu lápiz de luz
derribado todo lo demás (menos un gato,
sí por amor y no por noé).
¡Es el momento de conocerte!

¡A mí, mi querida amiga!

No hay sombras en los rincones de tus brazos
ni un solo desprecio en tu boca girondina
que me corte la respiración
(para un jacobino, el cuchillo
es siempre una metonimia metadona).
Todos los seres me importan por vos
porque tu amor es una enseñanza en
cada estación de luz.

Septiembre solo puede callar por
insuficiente; nada sabe del absoluto
frío de tu ausencia ni del
absoluto
calor de tu piel. ni de la
absoluta intimidad de
tus ojos.

¡Solo espero que esta vez me entiendas!