Los ruidos invisibles no piensan en nada.
Cuando miro dos cosas a la vez,
soy un ser que somos varios,
reunidos con el fin común de comunicar
el momento que mas se parezca
a ahora.
Si es ya que tengo que definir esta acción, me inclino por vomitar.
Veo que no hay límites en la realidad misma.
Es solo la ilusión de la distancia. Como las ojas que parecen la lluvia que parece mentira.
Es que solo puedo ofrecerte mi interioridad
cuando tu rojo es mi rojo.
lunes, 7 de mayo de 2007
Tuberculosis
Escrito por Pablo Di Luozzo en 2:33
Etiquetas: interioridad, limites, rojo, territorio, tuberculosis, vomito
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1 comentario:
No sabría cómo pero el daltonismo juega un rol determinante en el desarrollo de la cultura. Tuberculosis tiene frases muy afortunadas.
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