Cuando por fin me convierta en toro,
no voy a detenerme
en casi nada.
Va a ser para siempre,
el momento de mi vida:
cada instante rojo.
Entonces,
no tendré piedad
con casi nadie.
Seré, mañana o pasado,
una amalgama de furia,
juego,
y silencio.
Espero, ese dia,
no me quede ni una palabra
para describirte.
lunes, 7 de mayo de 2007
El fin de las palabras
Escrito por Pablo Di Luozzo en 2:36
Etiquetas: animales, palabras, silencio, toro, wittgenstein
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2 comentarios:
Este es guau!!!4,5 puntos.Me resulta muy profundo,En realidad las palabras que diga suenan vscias.Un dia de estos te escribo un texto critico
No se puede determinar con claridad si está buenísimo o buenísimo este poema que se viene perfilando desde hace un tiempo considerable en lo que toda la gente que consume pop latino denomina un hit. Sería bueno (o sería malísimo, dependiendo de quién lo mire) que los melómanos más estrictos incorporaran el concepto de hit. Este poema podría contribuir a este suceso. Loco, la patética es un hitazo.
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