jueves, 13 de marzo de 2008

Soy un espía soviético y mis mentiras combaten al capitalismo

La pobreza es riqueza en lo sensible.
En la cara tuya,
que abunda en muecas,
leo de todo.

Hay zonas bravas en tu ciudad
-calles muecas no del país-
que son suelo y destino de los cosanguíneos.

Pero el resplandor de tus ojos -las muecas-
lo estorban al navajista
en el momento de la gracia presente.

Hoy entonces el vampírico corazón estoy estaqueado.
(muecas de madera talla mi sangre)
(muecas de sangre talla mi estaca)

El dolor te cambia la cara
el trabajo te tatúa las muecas
el paisaje te moldea el vientre
y la química define todo todo (toda una maldición).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buenas y sabias reflexiones. Merecen ser leídas y publicadas. Me gustaron. Sigue adelante con esa gran creatividad.

Jorge Queirolo Bravo

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