sábado, 1 de agosto de 2009

Las sombras rosas en las cosas rugidas

De igual a igual con mi confianza
estamos y me pide más.
Sumergidas las sombras rosas
en las cosas rugidas STOP

Usted se fue,
                        como se dice,
al otro rumbo.
Guantes, regalados, de paz.
Masticaba por la tarde
los sentimientos vergonzosos
y una piedra falsa.

¡Resultó que la luz salía de tus ojos!
Busco tu boca en la oscuridad,
bailo a tientas...
y la oigo.
(nada parte en silencio)
ni una piedra de verdad.

Presiento tus manos y
tu presencia enmarañada
sin las abstractas terminaciones
del cuerpo.

El fuego va a ser ceremonioso
cuando llores diablos y
cantes desnuda que las
escuálidas estrofas son
de un lobo.

Desnuda como un fuego.
Desnudo como un apagón.

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