lunes, 6 de abril de 2009

Viaje al Interior

En 1971 el cielo de la ciudad fue rojo
como nunca en Dublin aunque nos miren.
Los niños de época con dientes falsos
y sobretodos forjadores;
un parque desde el colectivo.
Tu sonrisa manuscrita me sucumbe.

Una calle con
una vidriera con
un autómata congelado con
un ser nomás.
Camino porque bailo,
concretamente.

Un caballo que come deshechos por nosotros.
Es gordo y nos mantiene
en forma de personas.
Tengo lo que tengo
y lo que no,
soy.

Traigo un aparato ocular que
es extranjero, con papeles
rusos y acento vegetal.
(lo de mi ventana
no significa nada)
* Soy un panadero nómada *

Encarno un alemán ruso, un
apocalíptico sin
las barbas
del
caso.

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