jueves, 5 de diciembre de 2013

Hilos sin agujas

Camino junto al río, Paloma,
porque me gusta caminar
por muchos sitios
a la vez.

Sendereo, Alan,
junto a una
infinita fuente de
Beatitud que desforma
lo usual en único
con solo luz, flora y
fauna.

Desfilo, Enri,
junto a una
fábrica de vida auto-
sustentable, de nutrientes
que alimentan plantas
que alimentan peces
que alimentan predadores
que mueren y devienen
nutrientes que alimentan
plantas que
alimentan mi
ojo.

Peregrino, Martín,
por un Rin que
solamente
es una fuente de Energía,
recurso que alimenta
los electrodomésticos
que alimentan el
Genocidio Mundial
de las Clases y
las clasificaciones.

Marcho, Buenaventura,
mientras mancho mis ropas
de sangre y de vergüenza
por no haber nacido
en el momento justo
para morir
en el momento
Preciso.
Por no haber podido defender
un Río que fue más que personas,
una imagen, de las últimas,
de la Libertad.
Se fue, como el agua,
como se va la vida
de los niños
y de los demás.
Como se van las Palabras.

lunes, 28 de octubre de 2013

Mis palabras otoñales (la vía)

Hay una vía que
no es para cruzar;
excluye a caballos, transeúntes,
trenes y trineos.

Una vía que no
me lleva al conocimiento
ni me trae.

Me acerca, lentamente
me acecha,
por lo que no soy.

No es tu cara ni
tus labios.
No son tus ojos ni
tus frases.
No es tu sangre ni
tu savia.

No es tu esencia ni
tu apariencia.
No son mis convicciones ni
mis adicciones.

No es la noche ni
son tus muecas.

No rebota,
no reverbera,
no refleja,
tu imagen en mi imagen.

No imagino ni pienso ni recuerdo.

Nada y más.

Mis palabras otoñales.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Los higos de septiembre

Los días de marzo llegan
y se van
pero siempre,
siempre están.

El mundo de septiembre
no es septiembre
sin los higos,
que nacen y
engordan de jugo y
crecen y
crecen.

Los higos de abril,
los faraones,
lloran, secos,
los días uniformes.

Los dulces jugos
y los ojos jugosos
no mienten:
el amor y la vida
crecen y crecen
hasta la
última
gota.

La semilla
-por dentro-
no se seca.
Espera,
para ser septiembre,
para ser mundo
de higos jugosos
como el amor,
como la primavera al otoño,
como septiembre a marzo,
como el corazón a la sangre.
Jugosa. Jugosa sangre.

lunes, 14 de octubre de 2013

Click, Bang... glú glú...

Hay un disparo en mi cabeza, un pistoletazo,
click y bang.

Camino, tranquilo,
troto, plácido,
corro, alegre,
y la sangre
cae

en gotas como el primer rocío de noviembre
en el momento en que lo descubrí,
en chorros como la tibia agua del baño
que me abraza en el momento más privado,
en gotas como la transpiración de nuestros cuerpos
que se necesitan más que la vida a la sangre,
en chorros como las cataratas del agua más dulce
de los sueños en los que siempre te sueño.
en gotas como el sudor del criminal
cuando mata porque siente culpa a pesar de tener razón.

Mares, ríos,
paisajes románticos,
de sangre.

Todavía me invitan a comer,
y mi sangre tiñe los manteles y las servilletas
y las sábanas de mis anfitriones,
y me felicitan.

Siento vergüenza y orgullo,
Tanta sangre...

¡Hasta me siento más joven!

Desde el disparo
y la sangre,
suelo nadar
en el lago y disolverme.

Unas horas todos los días.