jueves, 8 de mayo de 2008

Tu visión que te bendice

Cierro mis ojos para atrapar una mosca con mis pestañas.
Asesino porque voy a ir donde yo desee,
aunque me busquen por los agujeros de ratas.
Cuando voy de infiltrado, mi mentira
es la justicia.

Un tiro es una puerta o
una soga para subirme a
una mesa, fuera del alcance del
gato (metafórico).

Hay signos de mí: mis pasos son
un charco (un océano) de sangres.
Voy apocalípticamente tranquilo.

La tristeza es peor que la muerte,
traigo un secreto y una enfermedad.

Lo que me pasa es intransmisible.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues para ser intrasmisible resulta bastante claro lo que te pasa....

Anónimo dijo...

Me parece que te resultará interesante:

http://noticias.ar.msn.com/articulo.aspx?cp-documentid=7289191

maría aranguren dijo...

la experiencia intrasferible me gusta un poco más, así lo llamo en los casos propios.
cualquier expresión queda corta de ruedo y el intento naufraga en la subjetividad de cada cual... como marea (en todo sentido) que no llega a ningún puerto.

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