jueves, 1 de noviembre de 2007

Ser ensombrecido

Pasado (familia) grecorromano.
Obeservo la pieza, musical.
Voy a tararear algo que no es nada.
Una imagen ensombrecida
-un día es tiempo suficiente-

Los libros gritan, GRITAN!
ojos altones, voluntad recogida.

Un padre industrial, un jefe de burla.
Y si no soy en las máquinas,
seré en el conocimiento:
mañanas de esperanza,
noches de desespero...
esta pregunta es ya, una enfermedad.

Si ella me pide una flor roja del médano,
¿Qué flor puedo traerle si tan solo
ella
me dió
una palabra?

Mi casa es el fin del mundo, y si
navego es por la soledad,
que es conocimiento.
"(¡Dios me libre de la cordura!)"

Me voy al frente a buscar la muerte,
a ser un hombre descente
-el mundo es todo lo que es el caso-
El odio de todos los que me rodean
es dios iluminando-
me.
Prisionero de guerra todo aquel que se pregunta,
y las balas alteran mi modo de ser filosofía.

Es mejor quitarse todos,
todos,
los zapatos.
Un santo infeliz en el campo del
desconocimiento: el golpe de la lógica (cross)

...es que los chiquitos no saben de colores,
y no tengo otra imagen mas fiel que el cuerpo.

El escritor elige la libertad, para los otros
-casi un teatro de lo negro de la falta-
Si el león hablara, no lo entenderíamos:
un lenguaje es una forma de vida.
Este lengua es ya, una enfermedad!

Qué raro mecanismo resulta ser
el mecanismo de desear
                  cuando deseo

lo que jamás pueda ocurrir.

malentender el lenguaje: una mano en la luz
un conejo en la sombra.
de una imagen. (Perdon, sólo puedo aducir exterioridades)

¿Cómo esperar algo que no es el caso?

4 comentarios:

Ana dijo...

¿acaso sabes a ciencia cierta lo que esperas? ¿no será que tan solo huimos de aquello que no queremos? En cualquier caso incita a la reflexión.
Gracias, vine de blogueratura.

P dijo...

Muchas veces eso del deseo que se vuelve enfermizo llama a una reflexión casi suicida de poner todo en perspectiva, claro que en una sociedad capitalista y mundana cada vez es más difícil discernir entre lo que se desea y lo que se ávidamente se aborrece.

Muy buenos poemas eh, saludos!

Fr@nk M!Ch@ell dijo...

Felicitaciones, muy buen blog de poemas, conun estilo muy personal y concervador

maría aranguren dijo...

Esto es algo así como un obsequio que me veo obligada a realizar para poder continuar la lectura del poema. Estoy trabada por unos versos insidiosos (no me parece necesario delatar cuáles) que sacaron otros versos de la memoria... igual como soy generosa con la lengua te los doy por aquí abajo, bastante extenso, no era la intensión mía, sí la de la autora, y nobleza obliga a respetarla...
a propósito, me gusta bastante lo que vengo leyendo y la idea es hacer este copy-paste para de poder continuar,
saludos.

Cacería para un solo enamorado. Cristina Peri Rossi.


Me pasé el día recortando palabras para ella.
No era fácil, porque había palabras duras y cortantes
que no se dejaban asir con docilidad;
las perseguía con las tijeras pero ellas fruncían el ceño
abrían las piernas, amenazaban arrojarse desde el balcón.
A veces las sorprendía distraídas,
pero cuando despertaban de su sueño de extranjeras
comenzaban a gritar y a rebelarse,
en un estallido de fricativas por el aire,
deshaciendo los espejos y los vasos.
Más fácil era atrapar a las que dormían
echadas sobre el sofá, como una playa,
pero eran palabras lúbricas y haraganas
perezosas de expresar y de pronunciarse.
Persiguiendo una palabra que tenía muchas piernas
hice tanto ruido que alguna gente se asomó por la ventana.
“Es el vecino –comentaron-
Caza palabras. Deberíamos ayudarlo”.
No sabían que era un regalo solitario.
Recorté muchas
palabras como verde
baila
viento
álamo liviano
ven
vamos a acostarnos
y otras palabras menudas
niñas aún
como núbil
mórbida
caza
corza
ánade
astil
incensario.
Palabras maduras –muérdago
mármol
moro
Mauritania-
palabras estrafalarias
desdoro
pundonor
puericultura
y al final, separé las más queridas:
trilce- lábil- púber – araucaria.
Quería que las tocaras con los dedos
y bajo tus yemas
palpitaran
su pulpa sensible
su densidad.
Eran palabras mansas
retóricas
convencionales,
me contaste
-la fiesta aún no había comenzado-
no sé qué cosa de un señor
llamado Jorge Luis Borges
que está de moda
y la historia de una amiga
muerta allá en el mar
en tardes lilas y lluviosas
cuando los peces bajan
a morir en la costa
y los lobos se esconden.
Fuiste a la ventana
-desde lejos pude apreciar tu desnudez
como un cuadro obsceno-
y me dolían las a de las sandalias
bajo tus pies.
“Hace calor afuera” dijiste
caramba, un pronóstico del tiempo,
era lo único que nos faltaba.
“Me leería un poema o estrujaría una flor”,
sin darte cuenta que entre tus dedos
estrangulabas a una amaranta.
“Veremos qué pasa si las dejo caer” comunicaste
y cogiendo las palabras que yo había recortado
las lanzaste desde la ventana por el aire hasta la calle.
Por el camino se descolgó una exhalación
Lloró un gatito
Una libélula perdió las alas
Mentían los sofistas
vértigo me di
Llovían palacios
damas encerradas
princesas escarlata
fresas fucsia
y un caimán colorado.
Arca – line – magia
leía desde la ventana
aaceldimmdoyoscolaree.
Arce – can – ttlu – che – fra – pon
“¿Has visto?” - me dijiste –
“ Al final no eran tan irresistibles”
Una palabra sola
salvada del desastre
colgaba todavía del techo
como una mosca.
Me quedé pensando qué palabra sería
si no era una palabra enferma
una palabra descompuesta
una palabra que no sirve para nada.

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